Érase una vez una niña con inocencia que quiso ayudar a su papá y aceptó una experiencia de “mal” para liberarlo a él de ese dolor y sufrimiento. Ella sabía que era un SER poderoso, que su conciencia y energía podía con aquello sin ninguna duda y que así le evitaría ese mal a su papá. Y así lo hizo.
Los años pasaron, la vida pasó, la niña perdió su inocencia, como muchos, y cayó en la dualidad de un mundo de dolor y sufrimiento, cargando con aquel pesar que olvidó. Pero la vida no se olvidó de ello, debía evolucionar, debía comprender, debía sanar.
Tras muchos años de existencia y muchas relaciones frustradas, especialmente con hombres, no entendía porqué aquel mal se repetía siempre en su vida, no comprendía porqué las experiencias terminaban siempre de la misma forma, o muy parecida, no sabía qué hacer para cambiar aquello.
Un día soñó, entre muchos sueños, y soñó con algo que luego buscó, y al buscar, encontró, y lo que encontró le abrió la puerta de una vida distinta, con una visión mayor de la realidad y con capacidades sensoriales, mentales y espirituales más elevadas que le aportaron mucho bien pero…. aquel mal existía dentro de sí misma y no comprendía, no comprendía que algo hecho por AMOR generara tanto dolor en toda una existencia, no comprendía que la vida es una experiencia evolutiva y que los mayores actos de AMOR realizados son los que más conciencia aportan y más evolución proveen. Y un día comprendió, aceptó, tomo conciencia y liberó y, vivió feliz para siempre.
Un día comprendió que hay una raíz para todo, un principio, un origen, una creación, y que si lo encuentras y lo resuelves, si eliminas ese contenido de mal que hay en ti, todo cambia y cambia a mejor, siendo un mayor BIEN que perdura en el tiempo.
Esa niña se hizo mayor, y con el paso de los años creció y aplicó su conocimiento a muchas otras dificultades y a muchas otras necesidades de mejora. Esa niña ahora es una mujer adulta, feliz y plena, con un nivel de conciencia muy elevado y con una trayectoria humana y esencial muy intensa, enriquecida por los años de experimentación, comprobación y evolución, una existencia con mucha plenitud.
Esa niña soy yo, y desde que nací ayudo a los demás a encontrar su camino, su esencia, su conciencia y el BIEN posible en la vida, procurando mantener la inocencia que genera la ilusión de vivir y la conciencia en lo alto, donde se vive mejor!
YO SOY. Creadora de metodologías, de proyectos y de realidades, con Alineación y Conciencia, y con el mayor BIEN posible y para la Evolución Consciente del Ser Humano.
Dedicado a mi amado Padre.
Laura Sanmartín, ConBien.